Salamanca CF UDS

¡Y que cumplas muchos más! ¡Felices 50 Helmántico!

Por Roberto Fernández González

El 8 de abril de 1970 es una fecha grabada a fuego en la historia de Salamanca, pues no en vano, la inauguración del Estadio Helmántico frente al Sporting de Portugal (0-0) supuso el mayor hito para el deporte charro hasta la fecha. Planeado durante años, pero construido en un tiempo récord, permitió a Salamanca dar el salto a la modernidad. De hecho, en su origen, el estadio se situó en la vanguardia del fútbol español. Ese día se llenó en lo que fue el antecedente de algunas de las épocas más gloriosas del deporte salmantino.

Partido UDS-FC Barcelona en los primeros años en la máxima categoría.

El Helmántico ha asistido a partidos internacionales, torneos internacionales, actuaciones musicales pero, sobre todo, a partidos memorables y a goles imposibles que están guardados en la retina de los salmantinos. Los mismos que un junio de 2013 creyeron que jamás volvería a acoger un partido y los mismos que desde mayo de 2016 sueñan con volver a ver a su equipo en lo más alto del fútbol español.

D. Augusto Pimenta, con Carlos Gil.

La construcción del Helmántico se realizó bajo la presidencia de D. Augusto Pimenta, que por unos meses no ha podido ser testigo de las Bodas de Oro de su legado. Hace algo más de tres años, en su última entrevista en vida, nos confesaba que todo lo que vino después (Primera División) no habría sido posible sin el estadio. Y, como siempre, su visión era acertada. Él se apartó a un lado, pero apenas cuatro años después, la UDS ascendió a Primera. Siete temporadas que permitieron a los salmantinos ver de cerca a sus ídolos del Real Madrid, del FC Barcelona, del Atlético de Madrid, de la Real,… pero también crear nuevos ídolos vestidos de blanquinegro y con el escudo de la UDS en el pecho.

El Helmántico fue la casa de todos los salmantinos. Era el punto de reunión. Al estadio le acompañaba una pista de atletismo y, poco después, se inauguraron las piscinas. Eso hacía que las instalaciones del Helmántico fueran el centro de la vida social de los salmantinos.

Al final llegó también la época dura, mediados los ochenta, con un navegar por Segunda B que terminaba al inicio de los noventa pero, sobre todo, con la llegada en 1992 de un joven técnico tolosarra que parecía no tener miedo a nada ni a nadie y que tenía las ideas claras a pesar de que apenas contaba con 26 años. Pepe Hidalgo le dio carta blanca a Juanma Lillo y, aunque en su primera temporada se desenvolvió en el barro de la Segunda B, luego en dos años devolvió a la UDS a Primera. El Estadio volvía a llenarse y se unía en un matrimonio perfecto a una pléyade de futbolistas que están en la memoria de los aficionados al fútbol de Salamanca y de toda España.

Pauleta celebra un gol.

Se bajó, Joao Alves, histórico jugador blanquinegro, se encargó de renovar al equipo con la llegada de numerosos futbolistas portugueses, pero su renovación quedó a medias pues los malos resultados le llevaron a dimitir al cabo de pocas jornadas. Un histórico del fútbol español, Andoni Goikoetxea, tomaba las riendas y el equipo regresaba a la máxima categoría, aunque tenía que ser en Vitoria, pero, eso sí, con miles de salmantinos en tierras vascas. Un par de temporadas en Primera con las inolvidables carreras de Txetxu Rojo por la banda.

Tras un nuevo descenso, el Helmántico mantenía todavía ese sabor y esas ganas de volver a Primera. Hubo atisbos con García Remón e, incluso con Juan Señor, pero eran los últimos coletazos en la élite antes de una nueva etapa oscura más marcada por las deudas casi que por lo deportivo, aunque hubo momentos en los que la afición, cuando era necesario, volvía a demostrar que lo que Carlos Gil bautizó como la «Tercera Catedral» de Salamanca era un feudo que si todos estamos unidos, podía convertirse en inexpugnable.

Aun así llegó un fatídico 2013 en el que se puso en duda la continuidad del club y las puertas del Helmántico se cerraron. Muchos pensaron que sería para siempre pero tras tres años y un ascenso a Regional de por medio, el Salamanca UDS (Salmantino CF era la denominación usada esa temporada) volvía a jugar como local. Poco a poco la afición retornaba y ya en Tercera se vivieron varios partidos por encima de los 8.000 espectadores. Aunque ya la afición salmantina se había pronunciado con un lleno en noviembre de 2016 con motivo del Guijuelo-Atlético copero.

Aficionados charros celebran la clasificación para el ‘play-off’ en 2018.

Desde entonces y tras el ascenso a Segunda B el Helmántico, propiedad del empresario mexicano Manuel Lovato, ha ido recuperando la esencia de antaño, pero sobre todo las ganas de fútbol, los bocadillos del descanso, el ir andando por la Carretera de Zamora, las bufandas al aire,…

Hoy, el Helmántico cumple 50 años. Muchas felicidades….

¡¡¡Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS!!!