En términos cibernéticos hablaríamos de Pablo Cortés versión 3.0, pero vamos a ir al vocabulario normal y vamos a centrarnos en la tercera etapa de Pablo Cortés al frente del Salamanca UDS. El técnico del ascenso a Segunda B y que el año pasado llevaba al filial a Tercera, era presentado por el Presidente Institucional, Ulises Zurita, como nuevo entrenador (interino, pero entrenador) del primer equipo blanquinegro. O lo que es lo mismo, que el pasado sábado se acostaba tras debutar con triunfo en el filial en la nueva etapa en Tercera y este apenas unas horas después, el pasado lunes, se levantaba de la siesta siendo anunciado como nuevo técnico del primer equipo.
Y todo ello a pesar de ser un técnico joven, que todavía tiene mucho recorrido pero que tiene la oportunidad de hacerlo con el club de sus sueños, ese al que seguía con ilusión cada domingo en el Helmántico cuando era un niño, ese al que llegaba hace dos temporadas para cambiar la historia del club y del fútbol salmantino. Y no le van a faltar ni conocimiento ni ganas ni, por supuesto, esfuerzo. Lo dijeron sus palabras en la rueda de prensa, pero lo dicen su trayectoria, su mirada y su siempre correcto comportamiento, con el que sabe cuándo hablar y cuándo escuchar y eso, hoy en día, es de un valor incalculable. No se mete con nadie, pero tampoco se achica.

Cortés, en su primer entrenamiento/Foto: Álex López
Tras fichar por el club para dirigir la cantera hace dos años, apenas habían pasado unas jornadas cuando sustituía a María Hernández, dos partidos y dos victorias. Las suficientes para que Calderé reclamara su presencia como segundo técnico, sin saber lo que apenas unos meses después sucedería cuando el catalán era cesado y Cortés tomaba las riendas de nuevo del primer equipo en una situación muy delicada clasificatoriamente hablando y con un pesimismo reinante que hacía temer lo peor. Supo rodearse, supo aislar al equipo y, tras clasificarse ‘in extremis’ para el play-off llevaba al equipo a un épico ascenso.
Sin embargo, la temporada pasada se tenía que ‘conformar’ con dirigir al filial, un filial al que ascendía a Tercera División. Esta temporada era el encargado de dirigir al equipo en su nueva andadura, pero de nuevo la historia, el destino o como ustedes quieran llamarlo le sitúan al frente del primer equipo. Allí, de forma interina, se rodeará de un equipo importante al que conoce y en el que confía, como hizo para lograr el ascenso a Segunda B y como ha hecho este tiempo en el filial.
Con una contundencia que zanjaba cualquier polémica, pero alejado de toda soberbia, dejaba claro en su presentación que a él «nunca» le han impuesto ninguna alineación, por lo que no podía más que estar agradecido a la confianza depositada en él por el propietario, por el Presidente Institucional (que dejó claro en el acto que él había tomado tanto la decisión de cesar a Chirimarco, como la de que Cortés fuera el técnico interino). Alabó las cualidades y la actitud de la plantilla, en la que hay varios jugadores con los que ya saboreó el éxito del ascenso a Segunda B (Amaro, Galván, Jehú…), al igual que algunos integrantes del cuerpo técnico como Ángel Lozano, Toño Durán o Pablo García.
Dejó claro que no tenía intención de entrar en ninguna polémica con antecesores suyos, que él tenía siempre las últimas decisiones y que lamentaba que, en algunas ocasiones, los propios medios dejaran ver esa posición como entrenador. «Pregúntaselo a ellos (sus antecesores en el cargo), que son los que han dicho eso -que les habían impuesto jugadores-. Yo siempre tomo la última decisión en todo», sentenció, la misma rotundidad con la que dejaba su total confianza en su grupo de trabajo: «Me apoyo en él. Sería tonto si no lo hiciese. Conocen a los futbolistas y están en los entrenamientos. Sería tonto si no me apoyase en ellos que son grandes profesionales».
También confirmó que quiere un equipo que compita y que sea ambicioso y dominador, pero sabiéndose adaptar a cada partido y situación. Algo similar a lo visto el domingo, por lo que no hará ninguna revolución en la metodología.
Y se mostró dispuesto a estar todo el tiempo que estime el club y muy ilusionado con ser una de las opciones para seguir el resto de la temporada. Agradeció el apoyo de todo el mundo y en especial de la afición. «Voy a aprovechar la oportunidad, una, dos semanas o toda la temporada. Yo trabajaré para esto último y no quiero relajarme ni el día de descanso».
Las imágenes (Álex López)