Por supuesto que no ha sido el mejor partido del Salamanca UDS, ni este equipo es el Milán de Arrigo Sacchi ni el Barça de Cruyff, pero viniendo de donde venía, el conjunto blanquinegro dejaba esta mañana otra cara. A lo mejor no son brotes verdes, pero sí un punto de partida para hacer un análisis profundo y, tras el parón liguero (la competición no se reanudará hasta bien entrado enero) cargar pilas, y cambiar aquellas cosas que sean necesarias. Además, hay tres fichas libres en la plantilla. De hecho, Rafa Dueñas, dejaba claro en rueda de prensa que el club «ya lo tenemos trabajando y analizado. Son muchos puntos los que tenemos que cambiar porque si lleváramos diez, doce o trece puntos a lo mejor retocas algo, pero yo creo que de fondo tenemos que buscar la forma de revertirlo».
También hizo autocrítica y no puso ninguna excusa, ni siquiera la argumentó en el hecho de que el gol que provocara la derrota pudiera haberse producido en una acción ilegal. «Perdimos y punto», sentenció.
Y es que al final, precisamente esa jugada y un posible penalti sobre Uxio en la segunda mitad fueron casi lo más destacable del primer derbi que caía del lado de Unionistas. Esa jugada, un saque de banda donde Jon Rojo invade el terreno de juego y que acaba con un penalti que señala el colegiado, y la otra, en la que el árbitro no observa lo que desde la grada y en la televisión pareció un claro derribo en el área local, fue lo más destacable de un encuentro donde el Salamanca dominó el balón, puso una intensidad que se ha echado en falta en otros partidos y donde la falta de profundidad y de puntería le privó de sumar algún punto.
No se puede hablar de un partido insulso, porque, al fin y al cabo, era un derbi y siempre tiene ese punto de emoción y de pasión. Rafa Dueñas, que afrontó un nuevo partido como técnico interino, volvió a buscar soluciones y eso implicaba cambios. Y los hubo, destacando, sobre todo, la presencia de Sergio Molina en el centro de la defensa junto a Kristian y Leo, y el regreso de Amaro a la titularidad. Si fuéramos Guardiola diríamos que el salmantino «come aparte. No se pinta el pelo, no lleva pendientes…». Quizá Amaro no sea Iniesta, pero guarda la esencia del Salamanca UDS y, al igual que el madrileño y alguno más, aunque a veces se tengan que guardar sus lágrimas, es uno de esos enlaces necesarios entre el equipo y la afición. Y eso también es de agradecer, sobre todo en los momentos más duros y éste lo es. Una afición que, representada en varias decenas de personas, acudió a animar al equipo en la salida desde el Helmántico. Seguro que ahora están «jodidos», seguro que «echan pestes», pero siempre están ahí y esta mañana, antes de salir el autocar del equipo, acudieron al Helmántico para alentar a los jugadores. Y ese, a buen seguro, será el punto de partida.
Las lágrimas de hoy deben ser los cimientos del mañana y sobre los que hoy las derramaron y sobre las que hoy se las comieron, porque cada uno tiene su propia forma de sufrir, habrá que edificar el Salamanca del futuro… inmediato, porque no hay tiempo. Y hoy se vieron muchas lágrimas, pero esto es fútbol y cada partido es una nueva oportunidad. Así que ahora llega un parón en la competición para desconectar del fútbol y cargar pilas.
A ellos, a la afición, hay que pedirles perdón cuando uno se equivoca y a ellos habrá que dedicarle los éxitos seguros, pero lo que hay que dedicarle siempre es el trabajo, el esfuerzo y el cariño por el escudo y la camiseta. También Dueñas fue claro y autocrítico en la ‘rueda de prensa’ post-partido. «algo debemos de mejorar. Algo hemos hecho mal para que esto sucediera».
El Salamanca UDS necesitaba frenar su mala racha. No había hecho los deberes y tenía ese plus de obligación superior a su rival. Así, se vio un Salamanca valiente de inicio, sobre todo queriendo tener el balón, con una presión más alta y rápidas circulaciones. No había profundidad, pero sí dominio y ganas. Su contrincante, obviamente, jugaba con la presión, sabedor que los minutos pesarían como losas para su rival y que eso podría provocar falllos. Y así sucedía a los veinticinco minutos tras un penalti sobre De la Nava, que ponía el 1-0 batiendo a Barbero, que recuperaba la titularidad. El Salamanca quería, pero no podía y así se llegaba al descanso donde Dueñas sacaba a Uxío buscando más presencia en ataque. Anderson se iba a la grada y Puma se escoraba a la banda. El Salamanca seguía dominando y, además, cada vez se acercaba más (sin peligro) a la meta visitante. Pronto el técnico quemaba todas sus naves dando entrada a Madrigal y Mora, pero no fueron el revulsivo que se buscaba. Aun así, Uxio, en un disparo forzado y en un remate de cabeza en el descuento intentó, al menos, poner en aprietos al meta rival, pero ni acertó, ni el colegiado señaló un posible penalti sobre el delantero gallego.
Ficha técnica
Unionistas: Serna Garay (Álex Rey, min. 46), Ramiro, Mario Gómez, Rojo, Marín, Nespral (Javi Navas, min. 84), Acosta, Pepe Carmona (Miki, min. 75), De la Nava (Diego Hernández, min. 75), Aythami (Lama, min. 68).
Salamanca UDS: Barbero, Nacho López, Kristian, Sergio Molina, Leo Sepúlveda (Madrigal, min. 62), Candelas, Anderson Arroyo (Uxio, min. 46), Fer Llorente, Amaro, Telles (Jorge Mora, min. 62), y Puma Chávez.
Goles: 1-0, min. 25, De la Nava.
Árbitro: Jaime Ruiz Álvarez, del colegio asturiano. Expulsó por roja directa al local Diego Hernández, en el 89. Amonestó a los locales Garay, Aythami y De la Nava; y a los visitantes Anderson Arroyo, Kristian.
Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada del Grupo 1A de Segunda B disputado en el Reina Sofía.
En imágenes (Álex Lorrys)
