El Salamanca UDS se agarra a la Segunda Rfef ante el Oviedo Vetusta por la vía rápida: juego y goles (4-0)

Después de una primera vuelta de la primera fase horrible, después de enderezar el rumbo en la segunda vuelta y soñar, incluso, con alcanzar la Primera Rfef, después de volver a la realidad del alamabre entre la Segunda y la Tercera Rfef, el Salamanca UDS, por fin, depende de sí mismo para rubricar la Segunda Rfef después de superar al Real Oviedo Vetusta con juego y goles en el Helmántico, una comunión entre equipo y afición que se dejó notar, sobre todo en las ovaciones a Camacho y Juancho, en el aplauso final y en el guiño de la afición al técnico pacense Lolo Escobar, que improvisó un once nuevo ante las múltiples ausencias, sobre todo en el centro de la defensa, donde Anderson y el incombustible Sergio Molina cuajaron un partido espectacular.

Era el día ‘D’ y era la hora ‘H’. Una derrota habría mandado a la lona al conjunto blanquinegro ante un rival directo. Le habría dejado al borde del ‘KO’ de la Tercera. La ciudad lo sabía y, por eso, un importante grupo de aficionados se dio cita en los aledaños de los vestuarios como en las grandes ocasiones. Inasequibles a la incesante lluvia que cayó en los prolegómenos del encuentro. Una pancarta en la que pedían a los jugadores ‘morir’ por el escudo. Y éstos no se escondieron en ningún momento y salieron a por todas como si les fuera la vida en ello. En la primera ocasión, en el primer minuto, Juancho remataba a la media vuelta un centro por la derecha. Dos minutos después, el portero visitante se lucía en un mano a mano ante Puma Chávez. La réplica llegaba al cuarto de hora con un remate sólo de Sandoval, pero el colegiado señalaba fuera de juego. El partido tenía un dueño y Puma lo demostraba una vez más en el 21 abriéndose hueco entre dos rivales y encarando a Kerr, pero remata inexplicablemente alto.

Era la antesala del gol (-azo), que llegaba al borde de la media hora cuando Álex Camacho se acomoda el balón con la derecha y casi desde el vértice del área suelta un zurdazo cruzado con la izquierda al palo corto. Parecía que no había huco, pero vaya si lo había y el andaluz demostraba que tiene gol pero, sobre todo, que tiene mucho fútbol.

El Oviedo Vetusta trataba de reaccionar con un disparo cruzado de Armenteros en un rechace, pero la suerte estaba echada y en el 39 Juancho se estrenaba con la elástica blanquinegra con otro auténtico golazo. Recibe en la frontal y con el exterior bate sin remisión al meta del conjunto ovetense.

Por primera vez en tiempo, el aficionado, entregado desde el principio, se marchaba al descanso sin ese nudo en la garganta que habitualmente le acompaña, ese sudor frío que es un fiel compañero en el Helmántico. Ésta vez, el aficionado podía sacar pecho pero, lo que es más importante, respiraba con tranquilidad.

La sintonía era tal que nada más comenzar la segunda parte se cerraba el partido con el tanto de Fer Llorente en una falta en la frontal. El lugar era inmejorable, y el segoviano golpeó a gol, aunque el balón rozaba en un defensa antes de colarse en la portería ovetense. Un gol con una dedicatoria especial pues el futbolista había sido padre esta semana. A partir de ahí, los ovetenses ya no pudieron levantarse ante un Salamanca UDS que se gustaba. Telles, que había recibido el premio de la titularidad, estaba a punto de marcar poco después en una falta lateral que estrellaba en la madera, pero la sentencia llegaba ya en el descuento y de las botas inesperadas pues era obra de Candelas que así ‘vengaba’ los fallos en dos buenas ocasiones de Uxío y, sobre todo de Javi Navas.

Ahora, el equipo charro afronta dos nuevas finales, en Covadonga y ante el Sporting B, pero por primera vez en la temporada no sólo ocupa puestos de Segunda Rfef sino que, además, depende ya de sí mismo para lograr el objetivo.